Llega un nuevo hermanito

Es normal que sientan celos

Con la llegada de un hermano, los celos son un sentimiento normal. Un niño que no expresa ningún tipo de celo, por pequeño que sea, puede que esté escondiendo algún otro problema.

Los celos indican que el pequeño ha desarrollado con sus padres el sentimiento de “apego” y es una reacción natural ante una situación de pérdida de poder, de atención y de amor, aunque papá y mamá le digan que le van a seguir queriendo igual y que nada va a cambiar.

¿Cómo lo exterioriza el hermano mayor?

En ocasiones utilizan como llamada de atención:

- La desobediencia, la rabieta o molestan al hermano (le quitan el chupete, le empujan...). Estas reacciones son una especie de castigo al 'nuevo' y a sus propios padres. El pequeño sólo pretende conseguir esa atención de sus padres que antes tenía sin esfuerzo.

- Pueden volverse más introvertidos o tímidos: prefiere jugar en solitario. Tanto cambio le hace sentir inseguro.

- Retroceso: pide de nuevo el chupete si ya lo había dejado, habla peor o vuelve a hacerse pis. Cree que si es como antes de que naciera el hermanito, todo volverá a la normalidad.

- A la hora de comer puede mostrarse  inapetente o comer con ansia.

 

- A la hora de dormir puede tardar en dormirse, despertarse en mitad de la noche con pesadillas o levantarse mucho antes que de costumbre.

En cuanto el pequeño se adapte a las nuevas rutinas y a la presencia del bebé, lo normal es que estos problemas desaparezcan solos.

¿Cómo actuar?

Antes del nacimiento

Sugerirle que nos ayude a buscar un nombre para el bebé, aunque seamos nosotros los que decidamos. Si conocemos algún recién nacido cercano, explicarle que ese es el aspecto que tendrá su hermano al nacer. Dejar que nos acompañe a alguna revisión ginecológica y si es posible que oiga los latidos del corazón de su nuevo hermano.

En el hospital

Hablar con él por teléfono tras el nacimiento desde la habitación en cuanto nos sea posible y preguntarle por cosas que le agraden. Preparar su visita al hospital. Hay que procurar que la madre no tenga al recién nacido en brazos cuando llegue el hermano mayor para que pueda abrazarle y dejar que se siente a su lado. Después, podrá enseñarle al hermano y dejar que lo toque o lo bese. No hay que obligarle si se encuentra cansado o no muestre interés.

En casa

Involucrarle en las tareas del cuidado del bebé. Pedirle que traiga un pañal, que sujete la esponja, que abra el grifo para llenar la bañera... Darle las gracias por su ayuda y alabar su conducta cuando nos ayude a su manera con las tareas del cuidado del hermanito. No usar sus objetos preferidos(mantita, peluche...) para calmar o dejárselos al bebé. No ridiculizar los sentimientos del pequeño por su actitud hacia el hermanito. Permitirle que mire y acaricie al pequeño con cuidado tanto como quiera. Todos los días dedícale un ratito en exclusiva (para hablar, jugar, leer...) y anímale a que exprese sus sentimientos sobre el bebé. Se deben mantener en lo posible sus rutinas como se venía haciendo antes de la llegada del hermano: leerle un cuento antes de dormir, salir al parque.... No le ayuda que le mimes y le protejas en exceso, ni que muestres un fingido desapego hacia el bebé. Debeis procurar ser cariñosos con los dos y si otorgas a tu primogénito algún privilegio por ser el mayor, podrás reñirle siempre que tengas que hacerlo, sin que se sienta mal por ello.  Explicarle que ahora él, papá y mamá cuidarán del hermanito para que crezca y en un tiempo puedan jugar juntos, y que le quieren exactamente igual que antes aunque no puedan dedicarle todo su tiempo.  ANTE TODO, CARIÑO Y PACIENCIA

Te sugerimos una serie de cuentos de ayuda para afrontar los posibles celos después del nacimiento de un nuevo hermanito en el siguiente enlace:

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También te invitamos a que conozcas uno de nuestros cuentos más recomendados para regalar al hermano mayor antes de la llegada del bebé:

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